Estoy en otro lado, un lado que desconozco. No se ve nada, está todo muy brillante, la luz es cegadora. No puedo ver pero si palpar, palpo mi suelo donde estoy acurrucada, es idealmente liso, algo frío pero nada más tocarlo su temperatura cambia.
¡Ah! ¡¿Qué me tocó?!
Di un salto hacia tras velozmente, al hacerlo tan rápido y no poder ver nada me estampé contra algo parecido a unas paredes, estas son de un tamaño un tanto pequeño ya que me di contra el techo.
Me duele la cabeza...Aprieto fuertemente los ojos y llevo mis manos a la cabeza... hay una sensación un tanto viscosa, por el olor y la sensación de calor me da que es sangre.
Bien, estoy sangrando y tan siquiera puedo abrir los ojos sin que me quede ciega.
No aguanto el dolor. las lágrimas comienzan a salir, ha hacer su propio camino por mis mejillas hasta a acabar en el suelo. Empiezo a recordar a mi madre...¿Estaré yo también muerta? ¿A caso los muertos sienten dolor? ¡Qué locura!
¡ARG! Tengo que salir de aquí, ¡Hola! ¿¡Hay alguien!? ¡Por favor...!
Mi voz quebró en el último grito... en el último...
